Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, MAM. /MAE Una de mis profesiones es el Marketing y nunca he estado en desacuerdo con quienes generan contenidos conflictivos para mantener su audiencia, pues aunque no la practico – respeto a quienes practican la máxima: Haz  que la gente hable bien de ti, pero si no logras  que lo hagan, entonces has que hablen. Esa última parte de este postulado es la que pareciese estar poniendo en práctica la destacada dama de los medios Argentinos, cuyo nombre es Viviana Canosa, la cual en nombre de la libertad de expresión y en su justo derecho de adversar al presidente de su país, genera diversos choques cotidianos con figuras de los medios y de otras esfera y hasta ahí, debo sentenciar que no le critico su accionar si eso le genera seguidores. En el caso más reciente que hizo a Canosa -popular en R. D.- la hubiese entendido si critica al mandatario de República Dominicana-, por ofrecer clases de merengues a los Argentinos que visiten la tierra de Duarte, Sánchez y Mella, pues si sus pronunciamientos entran en el libre juego democrático de los medios y la necesaria pluralidad, entonces ha debido ser el Lic. Luis Abinader Corona y su equipo de imagen, quienes respondieran al respecto. Sin embargo, en lo que no puedo comulgar ni entender como parte de la libertad de expresión, criticismo y procura de  puntajes con que aparentemente se maneja esta dama, es que para denotar las expresiones pintorescas y hasta amenas de un mandatario -que apenas bromeaba- ella tuviera que ofender a toda una nación y que incluso olvidara el rol educativo de un comunicador, el cual está llamado a cuidar su lenguaje frente al público, debido a que es un referente para quienes tienen acceso a los contenidos que proyecta. No voy pedir que censuren a Viviana Canosa, pues su derecho a expresarse es lo que hace de nuestro mundo, un conjunto de espacios diversos. Pero creo oportuno mandarla al diccionario de la RAE para que relea la siguiente definición sobre la palabra mierda…CITO:

Diccionario de la lengua española (2001)mierda. (Del lat. merda).