Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
Quienes conocemos la labor que rinde la Asociación de Estudiantes Universitarios de Esperanza por medio de los autobuses que regentea para trasladar a los futuros profesionales a los centros educativos superiores de Santiago, debemos colegir que sin ese esfuerzo no sería posible que dicho municipio alcance su desarrollo y capacitación laboral, ya que los humildes no tendrían oportunidad de estudiar carreras que en Valverde no son ofertadas.
Es que las guaguas de ASESUNE le ponen alas a los sueños de la juventud esperanceña, pero gran parte de esas unidades ya están viejas y destartaladas, debiendo ser sometidas a reparación de manera constante, costos estos que caen sobre los hombros de los alumnos que usan el servicio, pues la directiva no recibe aportes de consideración por parte del estado o el sector privado local, lo que demuestra falta de sensibilidad y visión de quienes tienen el deber de ayudar al crecimiento de esta geografía.
Nadie puede negar que gracias a las diligencias de la diputada Angela Pozo, recientemente ASESUNE recibió el donativo de un moderno autobús mediano, pero la cantidad de universitarios que reciben servicios hacen que sean necesarias por los menos dos guaguas más de gran tamaño, pues las viejas ya viven sus últimos días y consumen la existencia, bolsillos y esfuerzos de los asesunistas, sin que nadie se dé por enterado.
Es que sumado a los costos de mantenimiento de las únicas ventanas de superación que tienen los dicentes superiores de Esperanza en Santiago, se suman las grandes inversiones mensuales en combustibles, las que no pueden ser cubiertas con las cuotas de los usuarios o con una pequeña y poco significativa subvención que cada mes aporta la alcaldía de Esperanza, haciendo urgente que las entidades gubernamentales y privadas de Valverde se comprometan con donar importantes cantidades de galones de combustibles cada mes para alivianar la carga de los hijos del pueblo que se capacitan en la ciudad corazón.
Bastaría con que gobernación provincial, Indrhi, agricultura, ayuntamientos, congresistas, políticos y empresarios pongan sus ojos en la comunidad universitaria esperanceña y por sobre todo que un plan de desarrollo municipal los ponga en el centro de sus atenciones, pues no se justifica que una inversión de casi doscientos mil pesos que ha debido afrontar ASESUNE recientemente para reparar uno de sus autobuses saliera de las costillas estudiantiles con piezas que mostramos en nuestros sitios de internet y en las redes de la entidad, mientras las autoridades rascan las finanzas públicas para otros fines menos importantes.
Es hora de que todos y todas arrimemos el hombro a estudiantes de primer y segundo nivel que procuran bases sólidas en la ciudad corazón, pues dejándolos a su suerte corremos el riesgo como ciudad de que deserten o que definitivamente se radiquen en otras urbes y al graduarse no retornen a luchar por el crecimiento local, por lo cual ayudar a ASESUNE AHORA es prioritario y no admita más demoras e insensibilidades…,MANOS A LA OBRA TODOS Y TODAS.
HASTA UN PRóXIMO COMENTARIO