Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
En estos días en que mi Partido Revolucionario Dominicano se encuentra en medio de una metamorfosis nacional, de cara a jugar roles estelares en el futuro, algunos me preguntan por qué soy perredeísta y cuáles señales de optimismo veo en seguir en mi fuerza política de siempre.Algunos han llegado incluso a apostar una destrucción del conglomerado blanco y la absorción de nuestras siglas e ideologías en las fauces de nuestro aliado actual y yo les digo a los que desde una nueva estructura partidaria salida del PRD, que soñar nada cuesta y que nuestra casa matriz más temprano de los que muchos piensan -Volverá a fortalecerse-
Es que quienes como quien suscribe nacimos de una familia perredeísta y hemos sido parte de un equipo político como el presidido por el Licenciado César Domínguez, nunca tendremos como opción brincar la tablita ni lucir otras gorras o símbolos diferentes al del partido blanco y abrazado a esos postulados volveremos a emerger con más fuerza.
El PRD está abocado a salir fortalecido y transcurrido el próximo período presidencial volverá a ser una fuerza determinante en la política nacional, de las manos de gran parte de sus líderes actuales que no nos hemos emborrachado del viaje en yola que otros han tomado y por sobre todo con la aparición de oportunidades para quienes hemos esperado y capacitado sin morder las manos ni traicionar.Ser perredeísta es un sentimiento, una ideología, una forma de abrir ventanas a la Esperanza, es ser voz de los que no tienen voz. No es perseguir fortunas, es no olvidarse de las bases por un cargo, pues el perredeísmo de futuro es el que enarbolamos hombres y mujeres que nos hemos capacitado para ser parte del relevo junto a los que aun creemos cuando otros apuestan al adiós definitivo.
En el PRD veo presente, pero por sobre todo mañana, asesorados, guiados y convencidos de que el verdadero miembro de esta entidad visitará los más apartados rincones vestido solo con los colores blancos aunque ande en convergencia con los hermanos aliados, por sobre todo procurando espacios para las bases blancas en un gobierno de unidad nacional como lo soñara el líder José Francisco Peña Gómez…ahora es que hay FUTURO, pero sin apartarse de la cabina de mando.
El barco del PRD, como ha sido su historia, seguirá alternando sus capitanes nacionales, provinciales y municipales, construyendo y ampliando su historia y el éxito que nos aguarda en el horizonte será producto de templanza, coraje y carencia de ambiciones personales en pro del bienestar colectivo, pues lo genuino emergerá sobre el oportunismo y con la gracia de Dios yo estaré ahí para ser parte del equipo que dirija con lo mejor de lo viejo y el empuje de lo nuevo.Es que mi proyecto partidario, familiar y personal va más allá de un hoy, supera a quienes se emborrachan del poder transitorio y negocian a espaldas de las bases. Mi plan de trabajo es fortaleza con el hombre y la mujer de pueblo, porque habrá PRD para rato, pues nunca es más oscura la noche que cuando va amanecer y ahora es tiempo de seguir teniendo fe y apostar al mañana sin apartarse del redil.
Hasta un próximo comentario.
Nota:
El autor es aspirante a regidor por EL PARTIDO REVOLUCIONARIO DOMINICANO EN ESPERANZA, como parte del PRD INSTITUCIONAL y el equipo que preside el LICENCIADO CéSAR DOMíNGUEZ.
