Por Nurys Tavárez Hooper////EPC DOMINICANA-MEDIOS
Costa Rica.-Hablar de los seres queridos que se nos han dormido eternamente siempre resulta doloroso, sin embargo, al narrar las vivencias juntos y recordar el amor que le dimos, nos da quietud.
En mi caso, hoy siento un poquito de paz en mi alma, la que no he sentido mucho tiempo. No sé cómo expresarlo, porque como el peso fue tan fuerte, ahora al recordarlos con amor es más liviano.
Es que desde que mi querida hermanita fue dignificada con la enfermedad que la llevó a su eterno descanso hace más 4 años, a partir de eso yo no encontraba sentido o valor a todas la cosas que me rodeaban.
De otro lado, mi Papá Persio partió a descansar en paz apenas hace un mes y pocos días, dolor que pensé me destruiría, al no poder acompañarlo en sus días finales, por algunas razones muy ajenas a mí, aunque a la medida de mis posibilidades me hice presente de otras formas.
En este instante estoy sintiendo cómo algo me dice que mi viejo está feliz reunido todos su seres quiénes partieron primero. Es como si mi mente me dijera que mi hermanita estaba solita y triste y eso me hacía sentir muy impotente por no protegerla en la eternidad donde se encuentra.
El llanto ha sido doble, pues estoy triste por la partida de nuestro viejo , pero con el correr de los días, entiendo que Papá Persio cuidará de Ella.
Les cuento que hace poco alguien muy importante en mi vida me dijo:-Vive hoy como te fueras morir mañana y así cada día el dolor se te aliviará poco a poco. Le doy gracias a Dios por todas la bendiciones que ha derramado en siempre y ponerme personas buenas que me aman y recuerdan que tengo muchas cosas que hacer en mi vida y que Dios me necesita bien.
…Son palabras que me repito cada día como antídoto para poner anestesia a mi llanto por los de mi sangre que se fueron al encuentro del creador antes que yo, a la vez que de sus recuerdos recibo fuerzas para entender que los otros aún vivos reclaman mi fortaleza para mantener la herencia de decencia, respeto y valores familiares que nos dejaron los ahora en brazos del señor.
En mi caso, yo siempre me digo:-Gracias Papá Persio por tus palabras que has dejados como herencia. Esas palabras fueron: ( Que sea la voluntad del señor) y digo: Te amo Papá Persio, descansa en paz mi viejo.
Y Si usted, apreciado receptor de mis palabras pasa por pérdidas similares, le invito a buscar en mi escrito las fuerzas que necesita para seguir viviendo sin que el ayer le impida ver a los otros que respiran a su lado y claman por su amor y entrega…
Nurys Tavarez Hooper
Nota de los editores en EPC DOMINICANA-MEDIOS
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