Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
Wikipedia define el término Alianza como:» un acuerdo, convenio o pacto entre dos o más personas, hecha a fin de avanzar objetivos comunes y asegurar intereses en común» y es que dicha definición seguirá siendo la misma sin importar el sentido que intereses contrarios quieran darle.De ahí que por ejemplo, un hombre y una mujer solteros pueden formar una alianza matrimonial, que los lleva a compartir sus vidas e intereses de manera eterna o provisional, sin que ello signifique que pierden sus nombres e identidades, aunque indistintamente se les llama Los esposos Perez, Los Gómez o del apellido que sea, pero aunque en sociedad diferentes a la Dominicana la mujer adquiere el apellido del marido, en el caso nuestro, ella conserva el suyo.
De igual modo pasa con los socios que deciden aliarse para constituir una compañía, los cuales actúan bajo el nombre comercial de esa entidad con personería jurídica, pero que no por ello renuncian a sus nombres individuales y a los dividendos que les corresponden en función del capital invertido.
De otro lado se encuentran las alianzas deportivas, sociales, de partido políticos y de otras índoles. Siendo el caso de las fuerzas partidarias en lo que respecta a República Dominicana, una hechura del Partido Revolucionario Dominicano, la cual rememoramos en la primera alianza llamada -ACUERDO DE SANTIAGO-, en la cual muchos se sumaron por un mejor país, permaneciendo unos partidos en ese conglomerado por mucho tiempo y otros yéndose tiempos después.Tales acuerdos programáticos para lograr un gobierno de Unidad Nacional, en los cuales cada integrante mantenía su personería, continuaron siendo orquestados através del tiempo por el extinto líder perredeísta José Francisco Peña Gómez, quien lo llamó ACUERDO DE SANTO DOMINGO, a partir de lo cual todos conocemos lo que ello conllevó en favor de las grandes mayorías.
Es que las alianzas siempre han sido decisiones sabias de líderes y si no, pregúntenle al Doctor Leonel Fernández Reyna, quien siguiendo los pasos de Peña Gómez logró ensamblar el BLOQUE PROGRESISTA y los resultados en favor de sus objetivos están ahí, pues sin que haya que atropellar a las minorías, lo cierto es que la dirección y manejo de las decisiones siempre habrá de ser de LAS MAYORíAS.
Incluso el propio candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno acaba de gestar una alianza con el postulante y líder del Frente Amplio, representante de sectores que usan la movilización y las protestas no siempre pacíficas como estandarte de lucha y tampoco se descarta que en el breve plazo se le vea sumando a los Vinchos Y EN FIN DE CUENTAS es su derecho a generar las alianzas que desee…Pero no por ello debe creerse poseedor de la facultad a decidir que sus ALIANZAS SON BUENAS y las que hacen los otros son malditas….lo cual no es verdad, sino un enfoque interesado de quien lo diga.
En suma, criticar las alianzas es tozudez o interés mezquino de quien sabiéndose en minoría trata de torcer la realidad, por lo cual siempre seré -COMO LO ENSEñó PEñA GóMEZ-, un propulsor de las alianzas, sin que ello conlleve perder la identidad, pues cada quien debe de aportar en la diversidad, sin dejarse absorber y aportando en beneficio de la colectividad, CON ACUERDOS PROGRAMáTICOS Y por sobre todo en pro de un mejor país, decisión ésta que ahora coloca en rol de visionarios a quienes sean capaces de generar los mejores PACTOS, como parece estar aconteciendo con Danilo Medina y Miguel Vargas Maldonado, dicho lo cual vuelvo a repetir con orgullo: YO SOY P.R.D.
Hasta un próximo Comentario
Nota: El autor es dirigente y pre-Candidato a regidor del Partido Revolucionario Dominicano.
