Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
En Mao y la provincia Valverde en la víspera dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana han venido protagonizando incidentes verbales en medio de actividades proselitistas o en intervenciones en medios de comunicación, que en nada ayudan a la unidad interna de esa organización.
Esas ofensas, protagonizadas en muchos casos por seguidores del actual senador y de la diputada ángela Pozo, quienes se disputan la representación del oficialismo en esta plaza, a nuestro entender deben ser descontinuadas con el fin de que las heridas profundas que se están infringiendo, luego no les impidan alcanzar la unidad.
Es que la presentación de comentarios hirientes e incluso la difusión de videos de seguidores de Guichardo o de Guzmán y algunos pronunciamientos desde el Danilismo hacen rememorar los tiempos de partidos adversos, cuando en realidad se trata de miembros de una misma fuerza política, quienes ya han debido tener instrucciones claras de sus cúpulas partidarias.
Los morados del patio han subido mucho el tono de sus diferencias y lejos están los días en que los trapos eran lavados en casa, frente a lo cual si no es impuesta la disciplina partidaria para que promuevan sus aspiraciones y legítimas pre -candidaturas, más temprano que tarde cuando sean escogidos los postulantes definitivos no habrá manera de que se reconcilian.
Es que el mensaje de los oficialistas debe ser otro, pues el sistema de partidos en Dominicana está en riesgo y ellos han de entender que sin una oposición que les haga contrapeso, hacerse oposición entre ellos mismos es un mal camino, que puede terminar con la frágil institucionalidad que vive el país, dando espacio a aventuras de fuerzas no organizadas que han sustituido al sistema de partidos en LATINOAMéRICA dejando el sabor amargo de Venezuela y otras dictaduras disfrazadas de izquierda.
Hasta un próximo comentario.