Siempre la visitaba en su casa, su refugio tras el accidente (varias veces la paseaba por la ciudad, en mi primer carro ) para que viese el mundo afuera. Se me fracturaba el alma en cada visita,pasaban los ciclos y la mantuve en mis oraciones.
Siempre estaba actualizado sobre sus cotidianidades, pero me abstuve de volver a visitarle, pues el dolor de verla postrada me arrugaba el alma e incluso cuando tuve la noticia de su deceso ( me hallaba en el extranjero) y a mi retorno la sigo visitando en mis recuerdos.
Ya ella no vive, pero habita en mi memoria, donde la revivo sonriente, con esa.mirada sin copias y su bondad inigualable. Ella era mi flor, mi sangre, mi prima, mi amiga ( un gran ser humano )