Cómo dice Handry Santana , es un excelente espacio para que quienes han sido raudos en la crítica, se acerquen a esos niños y sus padres, para ayudarles y orientales e incluso, donarles recursos económicos y obras sobre los valores patrios.
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Es más fácil criticar y hacerse los graciosos acabando con la escuela, que tengan ustedes la certeza ( ningún centro educativo programa eventos en los que sean montadas coreografías o cantos que no sean instructivos), pero al salir a actos abiertos, siempre hay el riesgo de que una parte minúscula de nuestros alumnos desentone y se desvíe de las instrucciones.
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En esos casos, siempre la escuela y la familia hallarán puntos de corrección y quiénes hoy se pintan de puritanos y acaban con esos ciudadanos en desarrollo, tienen alta culpa al reproducir videos con niños que les gritan ( ayúdenme, guienme)
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La escuela no es la enemiga, es una institución que reclama alianza y apoyo de la sociedad y que todos reproduzcan las noticias positivas de actividades, docentes y alumnos que a diario cultivan su intelecto y nos llenan de orgullo, pero los críticos encuentran más fácil satanizar la escuela por un desentone que no ocurrió dentro del centro.
Unámonos todos y denunciemos a quienes se prestan a hacer virales los vídeos de pequeñines que se equivocaron y se ewuivocarán mil veces más en su desarrollo humano hasta convertirse en hombres y mujeres de bien, pues ellos son un barro, cuya vasija debemos pulir desde la familia, la escuela y la sociedad.
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Ya está bueno de algunos ciudadanos de poses, que buscan like a toda costa, reproduciendo imágenes de errores, mientras no miran el techo de cristal de sus existencias mismas y no de auto-proponen para llevar ayuda a esos niños, sus padres y su centro educativo( pero es más fácil criticar que aportar.
Es tiempo de que las escuelas ( todas juntas ) dejemos de poner la otra mejilla y pidamos acompañamiento, apoyo y visitas solidarias por parte de un pequeño grupo de personas que no desaprovechan un segundo para destacar únicamente los aspectos a mejorar.
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Denunciar cómo acosadores de nuestra niñez, perseguirlos con la fuerza de la ley, por exponer a niños en situación de vulnerabilidad, cometiendo un delito mayor y violando el código del menor, es lo que se impone en este caso y desde aquí, prometo visitar ese centro de estudios y a las familias involucradas ( para, sin revictimizar a los estudiantes), ayudarles.
Quién se me suma?
Soy Franklin Onésimo Tavárez Sánchez.
