Andreína y Ariel, crónica de un amor cristalizado en matrimonio- Mis Crónicas Sociales.Audio

    Por Redacción FOTS DOMINICANA/MEDIOS   El liceo quedaba atrás y él, daría el paso de viajar a la ciudad de los treinta caballeros, en donde en breve tiempo asumiría el liderazgo de la Asociación de estudiantes universitarios de Esperanza hacia esa urbe, en cuyas labores jugó diversos roles, desde líder hasta chofer, hasta que un día cumplió su ciclo, egresando como ingeniero y ese paso demandaba algo más. Ella, en principios una alumna normal del grupo de esperanceños que se desplazaban a la urbe corazón, unidos por un sueño: Graduarse de profesionales. Después de muchas luchas ella lo logró, se convirtió  en Doctora, haciendo felices a los Maestros Guaba-Cabrera: Sus Padres. pero antes de lograr ceñirse togas y birretes como graduados, mucho antes que sus destinos se entrelazaran en un amor extraordinario, ambos vivieron sus propias historias preparatorias para pulirse hacia el desenlace de emociones maduras que les haría coincidir poniendo sus cuatro labios en la misma dirección y el cuarteto de brazos en una enredadera provocadora de clímax. Justo en esos escalones hacia sus sueños el amor los aprisionó y se despojaron de emociones transitorias para ceñirse a los sentimientos que se abrían paso con fuerzas en sus dos corazones, que para ese entonces se tornaban en uno solo. Ya todo estaba definido, el noviazgo era evidente, todos fueron testigos de la magia que surgía y el horizonte presagiaba el desenlace: El caballero codiciado se dejaba cazar por la galeno de ojos vivaces y metas claras. Ella tenía a sus pies al ingeniero y ambos  apostarían a  cosechar almíbar de manera cotidiana buscando entre sus pieles la miel que ambos encuentran una y otra vez. El dúo se hizo adulto, encontraron el final de sus ríos individuales desembocando con felicidad uno en el otro, la historia por fin se consumó y con los testigos necesarios, con la complicidad de sus más cercanos se dieron el si definitivo, se habían convertido en MARIDO Y MUJER. …Atrás quedaron contentos los padres, familiares y amigos de ambos y mientras escribo esta crónica las abejas celosas  se disputan con ellos la fabricación de mieles que sin testigos ELLOS AHORA elaboran en el laboratorio de un espacio turístico preparado para tales fines.   Y, mientras el mar les abraza con sus brisas frescas y agua salada, en medio de lo cual quienes les estimamos apostamos a que estén iniciando una vida de unión eterna, en la que sean capaces de vencer cada obstáculo para reproducir familia y ser el uno para el otro. …La historia se abría de par en par hacia nosotros LOS MIRONES y las fotos en las redes fueron el regalo colectivo, en medio de lo cual el matrimonio de la  Médico  Andreína Guaba y el Ingeniero Ariel Jiménez se perdían uno en el otro, sin querer que nadie los encontrara, pues aun les queda mucha gula por llenarse uno al otro, para decir: Gracias Dios por este paso. Ariel ha escrito con las fotos de ambos en la playa como inspiración , el siguiente texto:-Así es como comienza una nueva etapa en mi vida, dios llenamos de sabiduría para salir victoriosos de todas las pruebas que se nos presenten en este nuevo camino. Gracias mil  y NOSOTROS DESDE EL ROL DE Cronistas, apenas atinamos a desearles MIL FELICIDADES, mientras le pedimos a usted LECTOR U OYENTE, que si se encuentra por ahí a esos dos tortolitos de Ariel y Andreína les diga que le hemos escrito estas líneas, apostando con ellos a que vivan la felicidad con sus altas y sus bajas, a la espera de que crezcan y hagan del amor su MATERIA PRIMA más divina para adentrarse en las aguas tortuosas de la vida, en donde aspiramos verles felices y regalando hijos y nietos para la sociedad…PARA DECIRLES ENTONCES, MUCHACHOS, PROFESIONALES ESPERANCEñOS NUESTROS, COMPAñEROS DE BATALLAS…FELICIDADES Y QUE VIVA EL AMOR Y LA VIDA EN PAREJA. Hasta una próxima crónica    
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