Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, MAM/MAE
Comienzo estas orientaciones afirmando que las Relaciones Públicas de cualquier área, a lo que deben llevar es a crear nexos, unir buenas voluntades y proyectar lo bueno de la institución o persona de que se trate y es por ello que beligerar u ofender a quienes tengan opiniones contrarios a nuestro/a representado/a es un desatino.
Lo digo por mi experiencia docente y de ejercicio en el ramo, como prólogo a modo de consejo a colegas de los medios que en diferentes partes de mi país son entes cercano a políticos que ya casi tienen sus certificados de elección para funciones públicas y a gran parte de los cuales noto en -VARIAS CIUDADES Y PROVINCIAS -aun sumergidos en debates y enfrentamientos en las redes y multimedias contra quienes emiten opiniones adversas a sus intereses, no tomando en cuenta que la tarea que les viene encima ( si es que son ratificados como manejadores de la imagen pública) del /a funcionario/a a ser juramentado.
La sugerencia es guardar el hacha de la guerra y comenzar a armarse de prudencia, tacto y humildad para sortear la tarea de lidiar con cuatro años de gestión distrital, municipal, congresual o presidencial, en los cuales sus representados manejarán recursos limitados para suplir necesidades ilimitadas y en ese norte la opinión pública será vital.
El consejo es sano, APRECIADOS COLEGAS QUE ACARICIAN LA IDEA DE SER RELACIONISTAS PúBLICOS DEL áREA ESTATAL DOMINICANA, pues viene de alguien que como quien suscribe no estuvo ni persiguió ninguna remuneración o beneficio en la administración reciente y justo por ese accionar, ya han de saber cuál es nuestro modus operandis (el cual difiere mucho del chantaje, la prepotencia o la búsqueda de debates), pues siempre me limito a emitir mis valoraciones en el campo profesional, de estrategia y proyecciones políticas .
Fumar la pipa de la paz, hermanos del entorno comunicacional de SERVIDORES PúBLICOS A PUNTO DE ESTRENAR SUS NUEVOS ROLES, es saludable para ustedes como para su representado/a, por cuanto de las promesas políticas a la amarga realidad de la falta de recursos suficientes para las ejecuciones, a todo gerente le vienen más temprano que tarde los disgustos de los usuarios de sus servicios y es justo ahí donde se requieren las sumatorias de voluntades, sin importar que el proyecto que se tenga en manos sea público o privado y es por ello que un BUEN RELACIONISTA PúBLICO NO LE ADICIONA ENEMISTADES SUYAS A LA ENTIDAD O PERSONA QUE REPRESENTA, sino que por el CONTRARIO le trae la buena nueva de nexos y enlaces positivos…
Ya la campaña política pasó y cualesquiera que sean sus funciones en algún punto de DOMINICANA, es importante recordar que existe un gran grueso de la sociedad que no depende de un puesto público, ya sea ( como en nuestro caso por haberse capacitado) o como el de otros muchos, porque sus actividades están distantes de ahí, pero en su caso como interlocutores de una entidad que manejara fondos públicos, sus figuras a proyectar tendrán el deber de rendir cuentas a todos/as, con ternura, paciencia, paz y BUENA CARA,,,Así que a cambiar de traje para ponerse la CHACAVANA DE LA HUMILDAD, LOS PIES EN LA TIERRA Y LA PROCURA DE BUENAS VOLUNTADES, ES MI CONSEJO si quieren ser buenos guías y asesores, porque si no, QUE SIGA LA FIESTA HERMANOS.
Hasta unas próximas reflexiones.
Nota:
El autor es facilitador en las áreas de Comunicación, Marketing, Educación, Administración y Contabilidad.
