Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, MAM/MAE

El Partido Revolucionario Dominicano ha sobrevivido a la crisis que significó la salida del grupo que formó el ahora PRM y la alianza con el oficialismo fue la apuesta temporal, valiente y necesaria para la manutención de esa entidad partidaria y ahora no es tiempo de quejas por las migajas que a nivel local ha recibido la dirigencia de esa organización.
De igual modo la reciente convención que ha modificado estatutos tras el fallo del Tribunal Superior Electoral y ha escogido autoridades para los próximos seis años, debe servir de soporte para que ahora esa entidad comience a trillar camino propio, en el cual los pocos dirigentes que están en la nómina pública se dejen ver y que la dirigencia medias, como las bases que muerden el polvo de la exclusión reciban palabras de alientos e inclusión, por cuanto en la correcta suma anunciada por Miguel Vargas hacia figuras nuevas y la apertura en el 2018, de candidaturas, primera se tome en cuenta recomponer y compensar en el organigrama a quienes se han comido los huesos y luego entonces apostar a la re-conquista de espacios, pero con una baraja donde jueguen todos….apostamos al fortalecimiento institucional, A LA ESPERANZA