Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M. / M.A.E.
Cómo no recordarte SI ERAS Y SIGUES SIENDO MI COMPAñERA A TODAS PARTES, especialmente en días soleados, aunque te me escondas en las noches.
Cómo no quererte, si me sigues a mis espaldas, corres si corro, te detienes si me detengo y te sientas si yo lo hago.
Caramba, quién lo diría…me quieres tanto que de pequeño también pequeña eras y hoy que soy grande también te has puesto de mi tamaño.
En verdad te digo que agradezco tu fidelidad, aunque a veces me quejo de que solo me acompañes cuando estoy en espacios de luz.
Gracias por agacharte cuando lo hago yo… e inclinarte si me coloco en esa posición.
Gracias fiel compañera que estás conmigo desde mi nacimiento y aun sigues aquí, acompañándome sin condiciones…Gracias por tanta solidaridad.
Vaya mi reconocimiento por ser guardaespalda que nunca has pedido sueldo
…Al fin de cuentas, valoro tu fidelidad…No te hagas, sabes que me refiero a ti, MI SOMBRA.