Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
Ayer pensé en ti, en nuestros afectos incondicionales de infancia, en cómo iba a tu epicentro y me servía líquido fresco al natural salido de tu interior.
Siempre estabas ahí en una esquina de la casa, dispuesta, lista para que saboreáramos tu pureza sacada de los manantiales cercanos, pero la modernidad te apartó por siempre de nuestras vidas.
Cuántos recuerdos, cuántos esfuerzos para ir a la noria y mantenerte siempre llena para que a cambio nos devolvieras hidrógeno y oxígeno fusionado para llenar de calidez nuestros cuerpos.
Ya sé que no quieres que te compare, pero quien te sustituye pone muchas condiciones y si no hay energía eléctrica (lo cual es común por estos días), se niega a darnos algo diferente un líquido parecido a un caldo…y al verla de reojos mientras debo halar la cartera para pagar la factura que impone su uso, te recuerdo con nostalgia…
Ay, te fuiste para no volver !…Descansa en paz mi manantial hogareño…. Sé que en esta red hay muchos mal pensados y no saben que me refiero a ti...MI TINAJA DE LA INFANCIA…
Septiembre 4 del 2015.