Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, MAM, /MAE.
En numerosas ocasiones hemos oído / leído, que la única constante es el cambio y tal precepto aplica en la mayoría de casos y situaciones, de modo especial cuando se trata de ciencias, nuevos conocimientos y las formas o modos de realizar las actividades. Sin embargo, en áreas como la política, tal decisión ha de ser pensada, analizando las distintas variables y proyectándolas a corto, mediano y largo plazo.
El transfuguismo, cuando es reiterativo, constante y sin análisis previo, a la postre suele resultar como narra el artista Braulio García, en una de sus canciones ( fue tantas veces el cántaro a la fuente que se rompió al final ) y eso parece estarle sucediendo a numerosas novias partidarias que dejaron al novio ideológico plantado previo a la boda, pero gran parte de las cuales, luego de ser disfrutadas carnalmente por el que pudo pagar la infidelidad, luego no las ha considerado para esposa proselitistas y en el mejor de los casos, las ha relegado al rol de amantes.
Traemos el tema a colación, al ver con pena, a lo largo y ancho de la provincia y la patria, a meretrices de la partidocracia, que han conseguido los mejores cargos y sueldos para ellos y los suyos en medio de gobiernos, en todo el discurrir de la historia y que cuando han visto el barco en picada han apostado a otro navío, yéndole aparentemente bien en muchos casos ( con el balance de que lo único a exhibir es el dinero que almacenan por montones ), pero al final se las ha perdido la esencia verdadera para ejercer esta disciplina que debiera ser noble y para servir.
En el otro extremo, tampoco se puede caer, en lo referente a mantener un matrimonio partidario durante toda una vida, máxime si el esposo ha generado maltratos, exclusión, derroches de recursos para otros y nunca ha tomado en cuenta -para nada- a la pareja que le ha sido fiel, PUES EN ESTE CASO Y DESPUéS DE MUCHO ANáLISIS, QUIEN SE ENCUENTRE EN ROL DE CóNYUGUE SOSLAYADO/A, ha de tener el derecho de decir:-Hasta aquí, llego, pero al romper el matrimonio partidario, habrá de hacerlo, con la garantía de ir a otra relación duradera, pues no le quedaría bueno verle prostituyéndose con Vicente y el que aporte los veinte, siendo mejor la soltería definitiva.
Estas dos realidades, para quienes hacemos de la política, un jovi, una vocación y sin gula, debe mostrarno ambos espejos, pues en política, como en medicina, siempre ha de ser importante ver las distintas variables y practicar suficientes exámenes, antes de diagnosticar en definitivo, pues en ambos casos, variar el diagnóstico / preferencia de la noche a la mañana es señal de impericia o vivacidad financiera-NEGATIVA A LA POSTRE.
Hasta un próximo comentario.