Cuando los padres ponen un celular en manos de un hijo menor, lo exponen

Cuando los padres ponen un celular en manos de un hijo menor, lo exponen
En nuestro rol de gestor educativo nos ha tocado la ardua tarea de hacer entender a los padres sobre los riesgos a los que sus hijos son expuestos cuando les ponen un celular en sus manos sin la debida supervisión.
Nuestro mensaje ha ido en el norte de preguntar a esos dadores de vida, si saben por qué las empresas telefónicas piden la cédula para activar un dispositivo y la respuesta ha Sido simple: Porque es una herramienta para adultos y a la que pueden acceder niños y adolescentes únicamente con la vigilancia de padres, tutores y maestros.
El riesgo es tal, que esos niños son arriesgados a qué un adulto de malas intenciones se comunique con ellos y los seduzca e incluso los ponga a mostrarle sus cuerpos por medio de la cámara del teléfono móvil y luego tengamos la desgracia de una violación, desaparición, ingreso a bandas o malas influencias que han de dañar la conducta de ese alumno.
Es que un celular en una escuela es una herramienta maravillosa, siempre que sea en actividades solicitadas por el maestro y entregada directamente desde los padres al profesor y éste vigile el tiempo de uso, para luego retornar tal aparato a quien vaya a buscar al discente, cuando termine la jornada escolar,pero nunca propiciando que el niño esté tiempo a solas con tal aparato, sin la supervisión adulta.
Es que los celulares nos están criando a los hijos, trayéndoles dependencia y exponiéndoles a una sociedad de violencia, en la cual sus hijos pueden ser reclutados como mulas para actos delictivos y algunos, incluso, ya son parte de bandas juveniles y si padres/escuela no actuamos unidos, entonces pronto va a ser demasiado tarde.
Los celulares deben ser entregados de padres a hijos en horas específicas y para situaciones puntuales en las que los padres tengan el control, contraseñas, desvío de llamadas hacia los teléfonos de los padres, a fin de estar enterados de los mensajes y audios entrantes o salientes, sin importar que el niño se queje de que es violada su privacidad, pues mientras no sea adulto, es el adulto tutelador quien debe estar claro de que esa privacidad es sinónimo de riesgo o peligro.
En las noches los citados equipos deben amanecer en la habitación de los cabezas familiares, pues mientras dormimos, nuestros hijos pueden estar en las plataformas y ser expuestos a que sus vidas sean dañadas para siempre…
Actuemos ahora, juntos, familia y escuela. Paremos la irresponsabilidad de que un celular nos sustituya en el rol de padres….No regale un celular!… Que él/ ella use el suyo o active uno con cuenta familiar con las reglamentaciones que ya he citado y si hay situaciones específicas en centros de enseñanza donde no haya garantía de contactos con los hogares, entonces haga que el estudiante deje el celular al cuidado de la dirección o departamento de orientación.
Finalmente, apreciado padre, es su deber estar en los grupos de WhatsApp del centro educativo y procurar que en el expediente de su hijo que reposa en el centro, hayan al menos tres números de celulares de familiares, para poder contactarle si hay emergencia, pero aparte de lo aquí planteado, no hay motivo seguir siendo irresponsables en exponer sus niños ante un celular. S.O.S. por nuestros hombres y mujeres del futuro que están creciendo en nuestras casas y aulas…. DE ESTE TEMA, SEGUIREMOS HABLANDO.
Nota: El autor es director del Liceo – Centro Educativo Prof. José Antonio Espinal Lugo, distrito educativo 0902
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