Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
Crecí bajo el arrullo de sus canciones, las melodías y letras diversas de su voz especial y aunque apenas he sido por décadas un asistente fijo frente a la radio y nunca en escenarios en físico con su persona en Vivo, es Anthony Ríos un artista cuyas canciones sigo y disfruto a plenitud como un grande de nuestro arte.
Es que mi artista, ya no es ni sombra del flaco que cantó lo mismo en la agrupación de Jhonny Ventura o el que fue captado en el Show del medio día dándose un beso angelical con su ex -Yolandita Monge, a la que posteriormente le contestara con un -SEñORA TRISTEZA ante el ya previo SEñOR DEL PASADO, que las malas lenguas dicen ambos se dedicaron.
Hoy, nuestro querido Anthony, sufre los embates de una vida desordenada de tragos, desbalance de comidas y por sobre todo la falta de estabilidad sentimental que lo ha llevado a creerse patriarca que debe plantar la tierra con muchos hijos y esto, lejos de ser una crítica, es por el contrario un llamado de alerta a un cantautor especial del cual me considero un fans eterno por la calidad de sus composiciones y la excelsitud de su voz, la que sigo desde que tengo memoria.
Lejos están los días en que Floirán Antonio Jiménez sabanalamarino salió de la ciudad que lo vio nacer el 17 de Julio de 1950. Pero muchos como yo aun vibramos al escuchar: Si usted Supiera Señora, le llaman Jesús, Fatalidad entre otros temas suyos que siguen siendo leyenda. y hoy que su exceso de libertad le pasa factura, haciéndole comprobar que nadie es eterno, me animo a confesarle en vida mi admiración a su talento y el seguimiento perenne a todo lo que escribe y canta, a la vez que elevo oraciones por su recuperación, a la vez que asp
iro a que éste sea un aviso del barbudo para que en la postrimería de su adultez siente cabeza y se nos cuida más, para tenerlo con nosotros aun muchos años.
En suma, Anthony Ríos, es parte de esa reserva romántica, bolerista, bohemia, parrandera y excepcional que llena de orgullo a los dominicanos como quien suscribe, pero que al ser seres humanos mortales nos duelen en el alma cuando COMPROBAMOS que pueden NO DURARNOS ETERNAMENTE, frente a lo cual les instó a orar por Anthony, mientras los dejo pues me voy a escuchar sus canciones.
Hasta un próximo comentario