Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez , MAM./MAE.
La tomé por la cintura con toda la codicia de los presos ahora en Najayo por los sobornos de ODEBREC.
Ella me sobornó con sus encantos, en público y sin rubor lo confieso, pues lo nuestro FUE AMOR A PRIMERA VISTA.
ACERQUé MIS LABIOS hambrientos a su epicentro y no hubo consejos que valieran, ni la advertencia de que me estaban viendo.
Por fin, todo se había consumado, devoré todo el néctar azucarado que me guardaba en su interior, disfruté su inigualable contenido hasta el fondo.
Fue un instante de éxtasis, el junte de dos que se adoran, porque yo siempre le tengo ganas y ella siempre me guarda una porción nueva de energías…
Apenas termine de escribirle estos versos, le daré un clic el centro de su silueta y volveré a beber de su interior….Wao, cómo disfruto MI TAZA CHOCOLATERA Y CAFETERA...
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