Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, MAM. /MAE
Los maestros, mientras permanecen en las aulas, tienen la misión de forjar el intelecto y fortalecer los valores de quienes sean puestos bajo su tutela. En el caso de los catedráticos radicados en las distintas universidades, tenemos la oportunidad de pulir al capital humano en los oficios que les permitirán alcanzar un modo de sustento para el resto de sus vidas productivas.
///
En el caso del docente del nivel superior, las universidades son como el agua del río que va cambiando segundo a segundo y cuando los postulantes a profesionales se gradúan, el instructor veterano no es conocido por los dicentes nuevos y en el caso del instructor, ha de vivir en la memoria de quienes ejerzan.
////
Una muestra de la multiplicidad de carreras y el aporte a varias generaciones es el Doctor Francisco Almonte, quien prestó servicios en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y la Universidad Tecnológica de Santiago – en sus recintos locales-,contando con especializaciones a nivel nacional e internacional hasta el momento de su retiro.
///
El maestro Almonte, hace un tiempo dejó las aulas y usted se lo encuentra en la quietud de su hogar. Pero inquieto como es, ha escrito recientemente un interesante libro titulado Historiografía de la Provincia Valverde, con el cual, sigue enseñando desde otra dimensión distinta al campus universitario y lucha por no quedar en el anonimato, trascendiendo más allá de los corazones de quienes fuimos sus alumnos.
///
Desde www.franklinonesimotavarezsanchez.com proponemos que en esta urbe sea dedicado un espacio para el facilitador del nivel superior ya fuera de actividades laborales y que destaquemos sus hojas de vida antes que cierren los ojos y en referencia a Francisco, no estaría demás que las Alcaldías y Juntas distritales le inviten a exponer su libro, lo adquieren, a la vez de reconocerle AHORA QUE VIVE, como hizo el Ayuntamiento esperanceño por iniciativa nuestra.
La propuesta la dejamos en el ambiente….Hasta otro próximo granito de arena.