Por Franklin Onésimo Tavárez Sánchez, M.A.M.
En la ciudad de Esperanza, quienes manejamos estudios actualizados de mercados respecto a las preferencias electorales, estamos claros de que independientemente nos guste o no, las simpatías indican que el próximo alcalde será de la alianza de varios partidos con el oficialismo y a menos que suceda un milagro quienes les adversan corren con pocas posibilidades.
A sabiendas de que Tanto Yorsinio Muñoz como Nao Mena son los más punteros en ese renglón, ha de suponerse que uno de ellos será el postulante y posible alcalde de la ciudad, pero perteneciendo a una misma formación partidaria nos parece imprudente que de manera pública estos mantengan una campaña frontal de descalificaciones mutuas, cuando la prudencia aconseja que proyecten sus propuestas y no que se provoquen heridas que luego resulten insalvables.
Decimos esto, por cuanto si uno de estos dos aspirantes se sumara a la oposición política saliendo del oficialismo, de seguro podrían hacer colapsar la propuesta del que resulte electo candidato del PLD y aliados, por lo que independientemente de que Yorsinio Muñoz aparece ligeramente mejor posicionado que Nao Mena, lo cierto es que esa diferencia parece acortarse y uno necesitará al otro, por lo que se entiende como prudente que desde la alta dirección de su partido los manden a acallar sus ataques y redefinir sus discursos basándolos en las propuestas.
Mena Lozano presenta algunos aspectos críticos que debe mejorar, como son: -Su pésimo manejo de Relaciones Públicas, la exclusión a gran parte de los comunicadores y medios esperanceños, privilegiando a los de otra urbe y la práctica por casi ocho años de enfrentar y detractar a voces críticas en vez de sumarlas, pero por sobre todo el manejo con un anillo, lo cual ha comenzado a cambiar con inteligentes actividades y reconocimientos recientes.
De su lado Yorsinio Muñoz – un amigo al que no veo por meses, pero al que le mantengo mis afectos y respetos- por su parte, luce triunfalista y a nivel de medios sigue cometiendo el yerro de manejar su publicidad con voces locutoriles no esperanceñas, lo que manda un feo meta-mensaje de lo que sería su aporte al desarrollo de la comunicación local si fuese escogido, a la vez que desde ahora debe comenzar a ver a recursos humanos de los medios que no necesariamente son de su partido y tendencia – si quiere crecer -.
Es a la luz de esta realidades, que estos dos posibles alcaldes de la ciudad de Esperanza deben revisar sus estrategias, pues nos parece que la descalificación y aires de ganadores no les ayudan y abren oportunidades a que se les fortalezca un frente opositor, una vez sean escogidos candidatos.
Hasta un próximo comentario.